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Algún día amaré a Ocean Vuong, O. V.

After Frank O’Hara / After Roger Reeves Ocean, no tengas miedo. No se alcanza a ver el final del camino y ya lo dejamos atrás. No te preocupes. Tu padre es solo tu padre hasta que alguno de los dos lo olvide. Así como la columna no recordará sus alas por más veces que nuestras rodillas besen el pavimento. Ocean, ¿me escuchas? La parte más hermosa de tu cuerpo es donde reposa la sombra de tu madre. Aquí tienes la casa de la infancia reducida a un solo alambre rojo. No te preocupes. Llámala horizonte y nunca la alcanzarás. Aquí está el presente. Salta. Te juro que no es un bote salvavidas. Aquí está el hombre en cuyos anchos brazos caben todas tus despedidas. Y aquí está el momento, justo después de que se apagan las luces, cuando aún puedes ver la tenue antorcha que tiene entre las piernas. Cómo la usas una y otra vez para encontrar tus propias manos. Pediste una segunda oportunidad ...

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